El Internet de las Cosas, cómo el
Internet nos cambiara la vida
Resumen
¿Qué es? Es algo que cambiara nuestro futuro
por completo ya que consiste en que cualquier cosa u objeto tenga conexión a
internet en cualquier momento y lugar.
Tomando en cuenta el impacto que ha generado
el Internet a la educación, ciencia, empresas, gobierno en general a toda la
humanidad, se lo considera como el invento más grande, importante y poderoso de
toda la historia de la Humanidad.
Y también es la próxima evolución del Internet,
ya que permitirá reunir, analizar y distribuir datos y convertirlos en
información, conocimiento o sabiduría. (Evans, 2011)
Hablando en términos técnicos, consiste en la
integración de sensores y dispositivos en objetos cotidianos que estén
conectados a Internet mediante redes fijas e inalámbricas.
De
acuerdo a su tamaño y costo, los sensores se los puede instalar fácilmente en
casas, entornos de trabajo o lugares públicos, así cualquier objeto podrá
conectarse en red, y esto implica que cualquier objeto sea una fuente de datos.
(Bankinter, 2011)
Actualmente existen ya proyectos de Internet
de las Cosas para mejorar la distribución de los recursos mundiales y ayudar a
los que más necesitan, y también
enseñarnos a ser más proactivos y menos reactivos.
Pero
existen varias barreras que tal vez retrasen el desarrollo de estos proyectos,
por ejemplo la transición al IPv6, el establecimiento de normas y el desarrollo
de fuentes de energía para sensores diminutos, sin embargo si las empresas,
gobiernos y todas las áreas involucradas trabajan en conjunto para resolver
todas estas dificultades estos proyectos saldrán adelante y serán exitosos.
(Evans, 2011)
Introducción
En
este ensayo se quiere dar un énfasis en cómo y de qué manera influirá el
Internet en nuestro cotidiano vivir de aquí a unos años, los beneficios que
obtendremos con estos proyectos del Internet de las Cosas, también el proceso
que conlleva, las dificultades, y las desventajas.
De acuerdo al Grupo de soluciones
empresariales basadas en Internet IBSG
(Internet Business Solutions Group) de Cisco, “IdC” así denominan ellos al
Internet de las Cosas, es sencillamente el punto en el tiempo en el que mayor
fue el numero de cosas u objetos que se conectaron a Internet a comparación del
número de personas.
(Evans, 2011)
Según un artículo en bitelia.com en una de
las ferias de electrónica más importantes del mundo CES 2014 que se llevó a cabo en la ciudad de Las Vegas se hablo
acerca de los dispositivos portátiles conectados, los wearable devices y de todos esos dispositivos que buscan hacer
nuestro medio ambiente más inteligente y confortable y todo lo que forma el
llamado Internet de las Cosas.
Realizaron una pregunta ¿En qué consiste el
Internet de las Cosas? la respuesta de la Universidad de Deusto es interesante
y explica que los objetos cotidianos tienen capacidad para conectarse a una
red, enviar datos o explotar los datos que reciben otros dispositivos.
Nos dice que aunque parezca algo sacado del
futuro, el Internet de las Cosas ya está aquí y ya podemos ver autos que pueden
interactuar con nuestro Smartphone o conectarse a Internet, dispositivos que
miden nuestra actividad física y lo envían a una web para que hagamos el
seguimiento o incluso relojes inteligentes que pueden interactuar con nuestro teléfono
sin necesidad de sacarlo del bolsillo.
El paradigma del Internet de las cosas
transformara nuestro entornos y los objetos que usamos día a día para hacerlos
mucho más inteligentes con el objetivo de hacernos la vida mucho más fácil y cómoda,
incluso contribuirá a que seamos más eficiente a la hora de gestionar nuestro
tiempo o al utilizar nuestros recursos. Tal vez suena a ciencia-ficción pero
estos servicios y dispositivos son una realidad cada vez más palpable.
(Velasco, 2014)
Otro artículo en Muy Interesante nos plantea situaciones que podríamos realizar en
un futuro gracias al Internet de las cosas, como imaginarnos que un frigorífico
nos avise la fecha de caducidad de los alimentos que contiene, o que las
zapatillas que usamos para hacer deporte registren “en la nube” las
estadísticas de cuanto corre cada semana y a qué velocidad, o que los inodoros
analicen su orina y le recomienden la dieta alimentaria que más conviene
seguir, que pasaría si el cepillo de dientes alertara de cualquier pequeña caries
pidiera por nosotros una cita al dentista y muchas otras más, que parecieran
imposibles pero no estamos muy lejos de poderlas realizar.
El concepto de “Internet de las cosas” es un
concepto que nació en el Instituto de Tecnología de Massachusetts y dice que se
trata de una revolución en las relaciones entre los objetos y las personas,
incluso entre los objetos directamente, que se conectaran entre ellos y con la
Red y ofrecerán datos en tiempo real.
Gracias al sistema RFID (Radio Frequency Identification, que en español es Identificación por
Radiofrecuencia), solo se tendrá que integrar un chip de pocos milímetros
en cualquier objeto del hogar, del trabajo o de la ciudad para poder procesar y
transmitir información a partir de él constantemente. Calculan que para el año
2020 acerca de entre 22000 y 50000
millones de dispositivos se conectaran a Internet con el propósito de
proporcionar a los ciudadanos una serie de servicios y aplicaciones
inteligentes sin precedentes.
Según Hans Vestberg, CEO de Ericsson, las
repercusiones serán considerables: “Si una persona se conecta a la red, le
cambia la vida. Pero si todas las cosas y objetos se conectan, es el mundo el
que cambia”. (Sanz, 2013)
Desarrollo
De la misma manera que con varios conceptos
nuevos, las raíces e inicios del Internet de las cosas se podrían remontar al
Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), hasta llegar al trabajo del
Auto-ID Center.
Este grupo fundado en 1999, realizaba
investigaciones en el campo de la identificación por radiofrecuencia en red
(RFID) y las tecnologías de sensores emergentes. Sus laboratorios de
investigación estaban conformados por siete universidades ubicadas en cuatro
continentes, seleccionadas por Auto-ID Center para diseñar la arquitectura del
Internet de las cosas.
Para 2003 había aproximadamente 6,3 mil
millones de personas en el planeta, y habían 500 millones de dispositivos
conectados a Internet; dividiendo la cantidad de dispositivos conectados por la
población mundial, el resultado es que habia menos de un dispositivo 0,08 por
persona.
De acuerdo con la definición de Cisco IBSG,
el Internet de las cosas no existía aun en 2003 porque la cantidad de cosas
conectadas era relativamente escasa, porque apenas comenzaba la invasión de los
dispositivos omnipresentes, como los smartphones. Por ejemplo recién en enero
de 2007, el directo de Apple Steve Jobs presento el Iphone en la conferencia
Macworld .4.
El crecimiento explosivo de los smartphones y
las Tablet PC elevo a 12,5 mil millones en 2010 la cantidad de dispositivos
conectados a Internet, en tanto que la población mundial aumento a 6,8
millones, por lo que el número de dispositivos conectados por persona es
superior a 1 (1,84 siendo exactos) por primera vez en la historia.
(Evans, 2011)
Vivimos en un mundo conectado, un claro
ejemplo es la red social Facebook que tiene cerca a los 600 millones de
usuarios. Casi 2000 millones de personas se conectan al Internet, comparten información
y se comunican a través de blogs, wikis, redes sociales y muchos otros medios más. Ahora con el Internet de
las cosas los objetos se unen a la conversación de un mercado de miles de
millones de dólares y 50000 millones de unidades conectadas, y se estima que en
el 2015 existan ya 15000 millones de objetos conectados; el concepto que ya es
mundialmente conocido como el Internet de las Cosas, consiste en que tanto
personas como objetos puedan conectarse a Internet en cualquier momento y
lugar, algo tan simple como eso.
Pero se cuestionan de que sucederá cuando
casi todas las cosas estén conectadas, el Internet de las cosas ya es una
realidad muy presente que poco a poco va evolucionando y millones de
dispositivos están siendo conectados entre si a través de distintas redes de
comunicación.
Pequeños sensores permiten medir desde la
temperatura de una habitación hasta el tráfico de taxis en una ciudad. A diario
cámaras de vigilancia velan por la seguridad en los edificios, cada vez más
objetos están siendo integrados con sensores, ganando capacidad de
comunicación, y con esto las barreras que separan el mundo real del virtual
desaparecen. El mundo se está convirtiendo en un campo de información global y
la cantidad de datos que circulan por las rede está creciendo exponencialmente,
términos como gigabyte (mil millones de bytes) o terabyte (un billón de bytes)
se están quedando desactualizados y dan paso a los petabytes (mil billones de
bytes) o exabytes (un trillón de bytes) que reflejan más la realidad de la
información global, pero que también pueden ir quedando retrasados.
No se considera al Internet de las cosas como
una idea nueva ya que a principios de los años 90, Mark Weiser, director
científico del Xerox Palo Alto Research Center, introdujo el concepto de
“computación ubicua”, que abogaba por un futuro en el que la computación
desaparecería de nuestra vista, es decir, que formaría parte integral de
nuestra vida diaria y resultaría transparente para nosotros.
Weiser no acuño el término “Internet de las
cosas” el cual se atribuye al Auto-ID Center del Massachusetts Institute of
Technology (MIT) a finales de los años 90, sin embargo la idea del Internet de
las cosas ha toamdo relevancia practica gracias a la rápida evolución de la
electrónica durante la última década, esta evolución ha seguido el patrón
marcado por el visionario Gordon Moore, cofundador del fabricante de
microprocesadores Intel. Moore formulo su famosa predicción, conocida a nivel
mundial como “Ley de Moore” en 1965 refinándola en 1975, en la cual se
establece que el número de transistores que contiene un chip se duplica cada
dos años aproximadamente. Ya sea porque Moore fue capaz de predecir el futuro o
porque los fabricantes de procesadores fijaron sus palabras como un objetivo a
largo plazo, la ley de Moore se ha venido cumpliendo durante los últimos 40
años. Funciones que décadas atrás requerían de un ordenador del tamaño de una
habitación son hoy dia realizadas con facilidad por simples dispositivos
electrónicos del tamaño de una gota de agua; el tamaño, precio y el consumo de
energía del hardware se han reducido drásticamente por lo que ahora es posible
fabricar dispositivos electrónicos diminutos a un precio muy bajo. Estos dispositivos pequeños junto
con la expansión de las redes de comunicación, permiten incorporar inteligencia
y conexión a los objetos del mundo real y están transformando lo que era una
red global de personas en un red global de “todas las cosas”. (Bankinter, 2011)
El Internet de las cosas considerada como la
red de redes, actualmente está compuesta por una colección dispersa de redes
distintas y con diferentes fines, por ejemplo los automóviles actuales tienen
múltiples redes para controlar el funcionamiento del motor, las medidas de
seguridad, los sistemas de comunicación y así sucesivamente, de una manera
similar, los edificios comerciales y residenciales tienen distintos sistemas de
control para la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado, la
telefonía, la seguridad y la iluminación. A medida que el Internet de las cosas
va evolucionando, estas redes y otras más estarán conectadas con la
incorporación de capacidades de seguridad, análisis y administración; así esta
inclusión permitirá que el Internet de las cosas sea una herramienta aún más
poderosa.
(Evans, 2011)
De acuerdo a un artículo de
Juan Ignacio Cabrera, hoy solo el 1 % de los objetos del mundo está conectado,
pero la revolución está a la vuelta de la esquina. Dice que el futuro del
hombre tiene un nombre poético: el Internet de las cosas, que es una tendencia
que moverá en las próximas décadas cantidades ingentes de dinero e ingenio,
detrás de este pastel van a estar las grandes operadoras ya que el tráfico se multiplica
y los fabricantes de dispositivos de acceso y de red requerirán más ancho de
banda e infraestructuras para hacerlo posible, además de miles de millones de
sensores y aparatitos con capacidad de conexión.
También los que están muy
expectantes son los fabricantes de coches, los gestores del sector sanitario,
las empresas de logística o de seguridad e incluso los políticos. Y es que el
Internet de las cosas cambiara a los hogares y permitirá acceder a información
al minuto del transporte y de nuestros movimientos por la ciudad en la que
vivimos.
Objetos con una IP, básicamente esta hiperconexion
consiste en que cada dispositivo que exista a nuestro alrededor este dotado de
una dirección de Internet, y por tanto con capacidad para comunicarse con otros
objetos.
Esta comunicación se la realizara por
muchos medios: WiFi, WiMax, RFID, 3G, LTE, Bluetooth, NFC, “No solo hablamos de
dispositivos que hoy ya tienen electrónica, como pueden ser una lavadora o un
frigorífico, sino de otros que hasta ahora no la tenían, como una bombilla, un
interruptor, un termostato e incluso dispositivos mecánicos”, dice Jordi Palet,
CEO de la empresa Consulintel y experto
en el protocolo IPv6 que será el que haga realidad este mundo hiperconectado.
Según Palet, el Internet de las cosas
hará las delicias del mas sibarita, permitiendo asi que la iluminación de la
casa se adapte al programa de televisión que vemos sin que nosotros tengamos
que mover un dedo, o detectando nuestro estado de ánimo y cansancio y
seleccionando la música más apropiada, o incluso proponiendo los ingredientes
de la cena según la actividad y consumo calórico del dia.
“Controlar que tenemos en la nevera
desde el supermercado, iniciar una lavadora desde la oficina o activar el aire
acondicionado cuando estamos en el coche, camino a casa, son solo algunas de
las cosas que ya se pueden ver”, asegura Jose Maria Zamora, director de
mercadotecnia de LG.
Comunicación M2M, con el desarrollo del Internet de las
cosas se implica también que cada vez más las conexiones a Internet serán entre
maquinas, y no entre personas que se mandan un mensaje por correo electrónico o
mensajería instantánea; es lo que en el sector se conoce como comunicación M2M
que significa máquina a máquina, y que hará posible que cientos de miles de
millones de sensores y chips repartidos por todos los sitios que comuniquen los
datos que registran, ayudando así a regular el tráfico de las ciudades, a medir
el consumo de energía del alumbrado público o a controlar los niveles de
humedad en los bosques.
“Pienso que no solo mejoraremos la
eficiencia energética, sino la calidad de nuestro trabajo y nuestro ocio”,
resume Palet. Como resultado se tendrán las ciudades inteligentes o también
llamadas Smart cities. Gracias al rastro informativo que dejamos con nuestro
móvil, con la tarjeta de crédito o con un simple trayecto en coche, los
ayuntamientos y los gestores urbanos tras un análisis, podrán prever atascos,
gestionar mejor aparcamiento y evitar las colas ante el funcionario en turno.
Para poder hacer todo esto posible, el
número de aparatos conectados se multiplicará.
Actualmente hay entre 8000 y 10000
millones de dispositivos enchufados a Internet, pero para 2020 esta cantidad se
habrá multiplicado por 4 o 5.
Según Palet estas previsiones quedaran
cortas “Pensemos en cuantos dispositivos tenemos en cada hogar, tan solo
enchufes, interruptores y bombillas pueden haber unos 50, si a esto se suma los
contadores de agua, luz, gas, dispositivos de ocio, televisores, ordenadores o
sensores de temperatura, y luego agregamos prendas de vestir inteligentes, los
cientos de aparatos que tiene un coche o las farolas de las calles, creo que
vamos a quedar muy cortos”.
Eloy Fustero, director de marketing de
Qualcomm, el mercado mundial de domótica o del hogar inteligente crecerá a
razón de un 60 % anual en los próximos 5 años. Como resultado en 2017 habrá 90
millones de familias que disfrutaran de este tipo de tecnologías en sus casas.
(Cabrera, 2013)
Argumentación
El
internet de la cosas se lo podría considerar como la primera evolución del
Internet, este ha seguido una ruta sostenida de desarrollo y mejora pero no ha
cambiado mucho ya que sigue conservando el propósito para el que fue diseñado
durante la era del Arpanet.
Y aquí está la importancia del Internet de las
cosas porque se trata de la primera evolución real del Internet, un salto que
conducirá a aplicaciones revolucionarias con el potencial de mejorar
drásticamente la manera en la que las personas viven, aprenden, trabajan y se
entretienen; también ha logrado que Internet sea sensorial (temperatura,
presión, luz, estrés), lo que permite ser más proactivos y menos reactivos.
Con el Internet se puede llegar a lugares que
eran inalcanzables, en el área de medicina por ejemplo, los paciente ingieren
dispositivos de Internet que ingresan a su cuerpo para ayudar a los médicos a
diagnosticar y determinar las causas de ciertas enfermedades.
Es posible colocar sensores muy pequeños en
plantas, animales y fenómenos geológicos y conectarlos a Internet.
Para tener otra importancia del Internet de
las cosas, nos referimos al conocimiento en su sentido más básico, que es la
información de la que alguien es consciente; luego la sabiduría nace de la
combinación de conocimiento y experiencia, en tanto que el conocimiento cambia
con el tiempo, la sabiduría es atemporal y todo comienza con la adquisición de
datos.
El Internet de las cosas aumenta enormemente
la cantidad de datos que están disponibles para que los procesemos, este
aumento combinado con la capacidad que tiene el Internet para comunicar estos
datos, hará posible que las personas avancen aún más.
Mientras que va aumentando la población en
nuestro planeta, es cada vez más importante que las personas se conviertan en
guardianes de la Tierra y sus recursos, también queremos vidas saludables,
plenas y confortables. Si es que se logra combinar la capacidad de la próxima
evolución del Internet para recibir, recolectar, transmitir, analizar y
distribuir datos a una escala masiva con la manera en que las personas procesan
la información, la humanidad tendrá el conocimiento y la sabiduría necesarios
no solo para sobrevivir sino para mejorar y prosperar en los próximos años,
décadas y siglos. (Evans, 2011)
Conclusión
Para terminar llego a destacar las ventajas y
desventajas con los proyectos del Internet de las cosas.
Los beneficios son muchos y casi ya todos
mencionados, una vida más cómoda en el hogar y mejor gestionada afuera de este.
Pero también se espera que la crisis que existe en varios países no frustre los
proyectos, ya que estos requieren de una cuantiosa inversión.
Sin embargo, existen otros factores que
pueden perjudicar, como la capacidad de la infraestructura tecnológica para
poder soportar esta avalancha.
El crecimiento de los aparatos conectados
tienen como base de implantación del protocolo IPv6, que sustituye al IPv4 que
actualmente utilizamos; pero existen muchos problemas para esto e impiden
garantizar la seguridad de las comunicaciones de Internet en todo su recorrido,
una solución propuesta seria que se prohibiera la importación y la venta de
productos que no soporten ese protocolo.
Otra cuestionante seria que si las operadoras
estarían preparadas para afrontar el trafico adicional que supone el Internet
de las cosas, y tomando como ejemplo nuestro país que tenemos el internet más
caro y lento de Sudamérica, se tendría que ver muy bien este aspecto para poder
implementar en un futuro estos nuevos proyectos en Bolivia. (Cabrera, 2013)
En lo que se refiere a mi carrera Ingenieria
Biomedica uno de los tantos proyectos en el área de salud que puede beneficiar
a la población es la de Pacientes controlados a distancia, con la tecnología
adecuada se hacen innecesarias las visitas la medico, actualmente ya existen
muchos proyectos de Mobile Health (salud movil) que ya están funcionando en la
Union Europea pero con una inversión de casi 1000 millones de euros. Pero la
implantación es lenta y con el mejoramiento de tecnologías y haciéndolas más
accesibles esto podrá hacerse realidad en más regiones del mundo.
Referencias
Evans D. (2011, Abril). Internet de las cosas Como la próxima evolución de Internet lo cambia
todo. Recuperado el 28 de marzo de 2014,
Fundación
de la Innovación Bankinter (2011). El
Internet de las cosas En un mundo conectado de objetos inteligentes. Recuperado
el 29 de marzo de 2014, de http://www.fundacionbankinter.org/system/documents/8168/original/XV_FTF_El_internet_de_las_cosas.pdf
Velasco
J. (2014, Enero 16). Qué es el “Internet
de las cosas”. Recuperado el 29 de marzo de 2014, de http://bitelia.com/imagen-del-dia/que-es-internet-cosas
Sanz Elena (2013, Enero 18). ¿Qué es el “Internet de las cosas”?. Recuperado
el 29 de marzo de 2014,
Cabrera Ignacio (2013, Abril). Internet de las cosas: preparando la próxima
revolución. Recuperado el 29 de marzo de 2014,de
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